No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia. Isaías 41:10.
Los padres deberían inventar nuevas
formas y medios para mantener a sus hijos ocupados en algo útil... Los padres nunca deben olvidar que deben trabajar con la mayor seriedad por ellos y por sus pequeños si van a estar reunidos con ellos en el arca de salvación.
Todavía estamos en tierra del
enemigo. Que luchen para alcanzar una norma elevada, y para llevar a sus hijos
con ellos. Desechen las obras de las tinieblas y pónganse la armadura de la luz.
Padres, no omitan esfuerzo alguno por
colocar a sus hijos en
la situación más favorable posible para formar el carácter que
Dios quiere que desarrollen.
Empleen toda fibra moral y muscular en el esfuerzo por salvar a su pequeña grey. Las potencias del infierno se unirán para su
destrucción. Oren mucho más de lo que oran. Con amor y ternura, enseñen a sus hijos a ir a Dios como a su Padre celestial.
Por medio de su ejemplo en la administración del
hogar, enséñenles el dominio propio y el ser serviciales. Díganles que Cristo no vivió para agradarse a sí mismo. El Espíritu Santo llenará su mente con los pensamientos más preciosos mientras se ocupan en su propia
salvación y en la salvación de sus hijos.
Recojan los rayos de luz divina que brillan sobre su senda. Anden en la luz como Cristo está en la luz.
Al emprender la obra de ayudar a sus
hijos a servir a Dios, vendrán las pruebas más provocadoras; pero no pierdan su confianza; aférrense a Jesús. Él dice: “Que se acojan a mi amparo,
que hagan la paz conmigo, que conmigo hagan la paz”. Isaías 27:5 (BJ).
Se presentarán dificultades. Encontrarán obstáculos; pero miren constantemente a Jesús.
Cuando se
presente una emergencia, pregunten: “Señor,
¿qué debo hacer ahora?” Si se niegan a
inquietarse o reñir, el Señor les mostrará el camino. Les enseñará a usar
el talento del habla de una manera tan
cristiana que la paz
y el amor reinarán en el hogar...
Hagan todo lo que esté en su poder para permanecer en terreno ventajoso ante sus hijos. Al seguir un curso de acción semejante al de Cristo, aferrándose firmemente a las promesas de Dios, pueden ser evangelistas en el hogar, ministros de gracia para sus hijos.
Spalding
and Magan Collection, 185. [200]
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