Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia (Salmos 127:1).
¿Qué podemos decir para despertar las sensibilidades
morales de los padres, para que puedan entender y aceptar su deber hacia su
descendencia?
El tema es de tanto
interés e importancia porque determina el bienestar futuro de nuestro país.
Deberíamos impresionar solemnemente a los padres, así como a las madres, sobre la grave responsabilidad que han asumido al traer hijos a este
mundo.
Es una responsabilidad de la cual nada sino la muerte puede liberarlos.
Es cierto, el principal cuidado y la carga descansa sobre la
madre durante los primeros años de la vida de los niños, sin embargo, aun entonces el padre debería
ser su apoyo y consuelo, animándola a apoyarse sobre su gran afecto, y ayudándola tanto como sea posible...
Dios lo hace responsable por esa tarea.
En aquel gran día de ajuste de cuentas se le
preguntará:
¿Dónde están los
niños que he confiado a tu cuidado para que los eduques para mí, para que sus labios puedan alabarme,
para que sus vidas sean una diadema de belleza en el mundo, y para que vivan para
honrarme por toda la eternidad?
En algunos niños los poderes morales predominan
fuertemente.
Tienen voluntad para controlar sus mentes y acciones.
En otros las pasiones animales son casi irresistibles.
Para manejar estos diversos temperamentos, que frecuentemente aparecen en la misma familia, los
padres, así como las madres necesitan paciencia y sabiduría del divino
Ayudador...
El padre debería reunir frecuentemente a sus hijos a su
alrededor, y guiar sus mentes por canales de luz moral y religiosa.
Debería estudiar sus diferentes tendencias y susceptibilidades, y alcanzarlos por las avenidas más sencillas.
Sobre algunos se puede
influir mejor por la veneración y el temor de Dios; sobre otros por medio de la manifestación de su benevolencia y
sabia providencia, provocando su profunda
gratitud; otros pueden ser
más profundamente impresionados abriendo ante ellos las maravillas y los
misterios del mundo natural, con toda su delicada
armonía y belleza, que habla a sus almas de Aquel que es el Creador de los cielos y la tierra,
y todas las cosas hermosas que hay en ellos.
Los niños que están
dotados con el talento o el amor por la música pueden recibir impresiones que duren toda la vida, por el juicioso uso de esas susceptibilidades como medio para la
instrucción religiosa... Muchos pueden ser
alcanzados mejor por medio de las imágenes sagradas, las escenas ilustrativas de la vida y de la misión de Cristo...
Mientras que debiera haber uniformidad en la disciplina
familiar, debería variarse para alcanzar los deseos de los diferentes miembros de la familia.
Debería ser el estudio de los padres... inspirarlos con el deseo de
lograr la más alta inteligencia y perfección de carácter.
-Signs of the
Times, 20 de diciembre de 1877. RJ167/EGW/MHP 168
AUDIO. https://www.youtube.com/watch?v=8N3y1h7xsHE&list=PLtrFh-HO7ogAi4YKz7zJQjd1Lir1aFaVt&index=10&pp=sAQB
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